Algo sobre mí
Soy Olaya, diplomada en Turismo, lo sé, nada tiene que ver con las personas que se dedican al duelo a mi alrededor. Pero sin duda mi duelo ha sido todo un viaje interestelar, que tiene relación de alguna manera con mi carrera profesional.
Soy madre de 4 estrellas fugaces, un agujero negro (huevo huero) y una mariposa que se llama Rubén. Todas ellas afincadas en la Constelación Casiopea. Sí, suman seis embarazos con el final que mis hijos e hijas "decidieron".
Creé Movimiento Rubén-Lactancia en duelo (2018), casi por casualidad y poco después inicié su grupo de apoyo mutua "Donantes con Estrella", hoy conocido como "Madres también", esta vez por mi enorme necesidad de conocer otras mamás en mi situación. Hoy toda mujer lactante en duelo que lo necesite puede recibir apoyo y contención entre iguales en este espacio en WhatsApp (C) que hace de (GAM) Grupo de apoyo mutua virtual de Movimiento Rubén.
Actualmente también soy miembro de la Asociación Brazos Vacíos Asturias, un gran pilar donde agarrarme cuando Rubén falleció, pero ellas no fueron las únicas.
En 2017 colaboré en la creación del Proyecto Soñando Contigo, sobre (in)fertilidad. Este fue la continuación del grupo de Apoyo que inició Eva María Bernal, en Madrid con la impecable labor que llevaba a cabo con CreandounaFamilia.net. que había comenzado en 2014.
Contemporáneamente estuve en el Grupo de Apoyo Hello de Marian Cisterna donde me rodeé de muchas amistades con un objetivo común muy potente "El sueño hacia la meternidad".
La lactancia fue siempre algo que quería hacer con mis hijos en vida. ¿Quíen me iba a decir que se pudiera hacer también cuando tu hijo fallece?.... Yo desde luego por aquel entonces ni lo imaginaba, con el tiempo en 2021 decicí hacerme también Asesora de lactancia en duelo por supuesto...
Durante mis embarazos devoraba los libros de Carlos Gonzalez Comer, amar, mamar, Un regalo para toda la vida, Bésame mucho, Ibone Olza, Parir, Casilda Rodrigañez Pariremos con placer, Ina May Gaskin, Spiritual Midwifery, El cerebro del niño explicado a los padres, de Álvaro Bilbao, Cómo Hablar Para Que Sus Hijos Le Escuchen Y Cómo Escuchar Para Que Sus Hijos Le Hablen , de Adele Faber, Moverse en libertad, de Emmi Pikler, Dormir sin lágrimas, de Rosa Jové, El método de la pedagogía científica, de María Montessori, Montesori en casa, de Cristina Tébar, El hereje de Miguel Delibes, Cuatro claves para que tu hijo sea feliz de Fernando Alberca de Castro, Lo mejor de nuestras vidas de Lucía Galán Bertrand, La inteligencia emocional de los niños de Lawrence E. Shapiro entre otros..
Y también, entre duelo y duelo los libros de Mª Angels Claramunt y Mónica Álvarez, como La cuna vacía, o Las voces olvidadas; Para siempre de Camino García, Soy la muerte de Elisabeth Helland Larsen, No tires la toalla, hazte un bonito turbante, de Marian Cisterna, Fertilidad natural de Virginia Ruipérez, In vitro veritas de Vanessa Stiennon y Pedro E. Jimenez, Equilibrio hormonal para tu fertilidad de Robert Greene, ¿Qué tal conoces tu cuerpo? de Michael F. Roizen y Mehmet C. OZ, El camino a tu hijo de Eva María Bernal entre otros. Soñaba con una maternidad muy diferente a la que me ha tocado transitar mientras leía, escuchaba a Rosa Zaragoza, lamía mis heridas y me reponía con mi nuevo plan o estrategia ante la vida.
Cuando terminé mi Diplomatura de Turismo (2004) pensé, y ahora dónde voy con todo esto, porque tengo conocimientos de varios idiomas, de leyes, de organización de eventos, viajes, gestión hotelera, economía... sentía que aún me quedaba mucho que aprender y todo un abanico de posibilidades y experiencias vitales se abría camino ante mí. Soy consciente de que esta sensación la tenemos muchas personas al terminar una carrera, y de que ésta es sólo una base para lo que vendrá después.
El viaje de mi vida y mis ganas de aprender y entender qué le pasaba a mi cuerpo, más allá de la información que me proporcionaban los profesionales que me atendieron en ese largo periodo, me llevó a meter "mis narices de roedor de biblioteca" entre diferentes manuales, revistas, libros, estudios relacionados con tres pilares fundamentales para mí: Endocrinología, Fertilidad, e Inmunología.
Me tragué libros infumables sobre estas tres ramas de la medicina la mayoría de ellos escritos en inglés, otros afortunadamente en castellano, realmente hice toda una carrera especializada en mi anatomía, las fortalezas y debilidades de mi propio cuerpo, para lograr el balance perfecto en mis siguientes embarazos. Para el embarazo de mi sexto hijo Rubén ya había cerrado ese círculo de "conocimiento" y estaba ya más que preparada, tocaba por fin, ser feliz en el ámbito de la maternidad, porque en lo que se refiere al resto de facetas de mi vida me sentía y siento súper afortunada y plena.
Durante el embarazo de Rubén lo que veía necesario para mí era crear una tribu entorno a los cuidados del bebé y de la madre, me apunté y fui a todos los cursos, congresos, seminarios, reuniones que hubo en 2017 en el Principado de Asturias: sobre el apego, primeros Auxilios, BLW, porteo, lactancia... en esos momentos pretendía darle un giro radical a mi carrera. Giro que no pudo ser, y otro sueño roto, pues me dolía demasiado llevar a cabo todo esto sin Rubén.
El único nexo de unión entre lo que me hubiera gustado hacer, ser... se podía coger con un hilo de leche materna cuando Rubén falleció también. Me agarré a ese hilo como una náufraga se agarra a un tronco de madera y dejé que la corriente del dolor/amor me llevaran allá donde tuvieran que ir.
Entre llantos, risas, pataletas transformadas en textos fui tejiendo mi alma rota. Descubrí que incluso teniendo todo bajo control pueden pasar cosas inesperadas, como que un bebé arcoíris se podía morir también, que las estadísticas son una mierda y que no soy una de cada cuatro, si no 6 de cada 6 y que alguien por ahí que se beneficia de la estadística a mi costa... (Nótese mi ironía).
Pero el lamento no puede durar demasiado tiempo en mi, soy extrañamente positiva en la vida, un poco naíf quizás para algunas de mis amistades, tengo un súper poder que me acompaña a mí y a muchas comadres llamado Resiliencia, este es guiado por el AMOR que habita en mi interior, el amor a mis hijos y al prójimo (no soy creyente, de hecho tampoco religiosa), y lo que lo hace potente y fuerte es que soy un ser muy perseverante, por no decir cabezota.
Cómo no podía ser diferente también durante mi lactancia en duelo, busqué todo tipo de información. Aún sabiendo un montón sobre lactancia consulté a tres asesoras en mi periplo, porque la parte práctica nada tenía que ver con la teoría y esta no paraba de hablar sobre el dichoso estímulo... el que a mí me faltaba, Rubén... aún así pude mantener nuestra lactancia el tiempo que mi alma y las circunstancias del momento requirieron. Me convertí en una especie de experta en lactancia en duelo, guías, manuales, estudios incluso prospectos devoré durante un tiempo y lo fui hilando todo en nuestro libro. El libro que me hubiera encantado leer en su día.
Esta web se ha creado como carta de presentación para este libro sirviendo de acompañamiento y soporte visual para que consigamos una subvención o ayuda, pues necesitamos apoyo económico para poder sufragar los gastos que conlleva que llegue a las familias en duelo españolas a través de los Bancos de Leche, las Ucis neonatales, las bibliotecas, y los grupos de lactancia amigos de Movimiento Rubén.
En esta web, pretendo dar respuesta a muchas de las preguntas que me han ido haciendo, así como facilitar el dossier de estudios que se han hecho a lo largo de los años sobre lactancia en duelo y que es el que le suelo facilitar a los profesionales de la salud que me los han ido pidiendo.
Así que esta soy yo, quien está como cabeza visible de este precioso movimiento que es ¡LA LECHE!