Entrevista a Laura, mamá de Carla, Hugo, Claudia y Celia Iris por Olaya Rubio
Hola Laura, bienvenida a este espacio tan especial, donde las maternidades completas —aunque no siempre visibles— se abrazan desde el amor y la verdad. Gracias por abrirnos tu corazón y por permitirnos conocer un poco más sobre Carla, Hugo, Claudia y Celia Iris, tus cuatro hijas e hijo.
Tu historia ha tocado a muchas personas gracias a tu libro y tu blog "Lágrimas y sonrisas por Hugo". Hoy queremos que nos cuentes cómo es ser madre de una familia donde la vida y la muerte conviven, y cómo integras todo ese amor en la crianza, el duelo y la vida cotidiana.
¿Quién eres tú, Laura?
Soy una mujer capaz de seguir viviendo, y sonriendo tras la muerte de mi hijo Hugo
¿Cómo te definirías más allá de tus títulos?
No me conocía bien hasta que Hugo murió. En ese momento conocí a una guerrera con superpoderes. Alguien que no deja de sorprenderme y de la que estoy profundamente orgullosa.
Cuéntanos sobre tu familia: ¿quiénes son Carla, Hugo, Claudia y Celia Iris?
Mis 4 obras de arte aunque solo 3 están expuestas en el Museo de la vida.
¿Cómo viviste el embarazo de Hugo, sabiendo que podría morir al nacer o a los pocos minutos?
Fue muy duro…me convencí a mi misma de que todo iría bien, y si no…por algún motivo sería…me convencí yo para tranquilizar a los demás que sufrían por mi. Solo tenia una cosa clara, si tenía que marcharse…tenía que darle el amor de toda una vida en esos 9 meses. No podía permitirme ser tristeza angustia y desolación. El me dio fuerza para hacerlo, disfrutar el embarazo y coleccionar recuerdos que son ahora tesoros
Como matrona, ¿cómo influyó tu mirada profesional en la forma de preparar ese nacimiento?
Me ayudó mucho haber tratado con casos similares y saber cómo sería. También haber visto a bebés sin vida y decidir qué quería yo para mi postparto con Hugo.
En Irlanda, donde viviste el nacimiento de Hugo, el hospital ofrece planes de parto completos incluso cuando se prevé la muerte del bebé. ¿Cómo fue ese proceso?
Maravilloso…atención multidisciplinar, todo enfocado a la vida y a salvarlo, durante el embarazo me veían en psiquiatría, neonatología, matronas, especialistas en Medicina fetal. Recibimos un tour por el hospital pediátrico donde trasladarían a Hugo para la cirugía y la cirujana que lo operaría nos explicó todo el proceso. Me animaron a extraer calostro para tenerlo cuando Hugo naciera.
¿Qué elementos incluiste tú en tu plan de parto para Hugo?
Quería tener un parto natural, sin epidural para poder irme con el al Hospital pediátrico. Quería disfrutar de cada contracción hasta que ese cordón sentenciara su futuro
¿Y en el plan de postparto?
Apenas planee nada solo deseaba que todo fuera bien, y a veces me ponía en lo peor para tratar de prepararme para ello…
¿Cómo recuerdas el acompañamiento de los profesionales de salud?
Un regalo del cielo…desde las matronas a las chicas del catering.
¿Qué marcó la diferencia?
Permitirme un postparto en duelo respetado, acompañado y con mi Hugo a mi lado en una cuna refrigerada. Opciones, recuerdos, cariño y validación de mi maternidad. Profesionales formados que me guiaron en un momento muy difícil en el que tan sólo puedes respirar.
¿Qué te ayudó a estar presente durante ese parto tan delicado?
Conocer al hombrecito de mi vida, y que él viera que su madre luchó por él hasta el final
¿Qué rituales, recuerdos o gestos significativos hiciste con Hugo?
No hay espacio para tanto…me siento afortunada de haber tenido a Hugo a mi lado, de tener tanto de él en tan poco tiempo. Fotografías, caja de recuerdos organizada por los profesionales del hospital, bautizo express, lo vestí, lo bañé, lo acune en mi pecho deseando que se moviera… deseé tanto darle el pecho.
¿Cómo viviste esos primeros minutos y horas con él?
Con mucha angustia, el caso de Hugo fue una hernia diafragmática, él mientras respiraba a través del cordón estaba bien…ese instante en el que nace y 4 médicos le esperan para intubar y estabilizar para el traslado a UCI y cortan el cordón…fue lo más cercano a la muerte que he experimentado en mi vida…vi todos mis sueños pasar, el embarazo y la ilusión con la que lo esperábamos, vi a mi hija Carla con apena 5 años, a mis padres sufriendo por mi, y por Hugo
¿Qué se quedó grabado en ti?
La belleza de mi hijo, la magia que rodeó su nacimiento, las casualidades, como un ser tan perfecto podía ser tan imperfecto por dentro. Su flequillito que tantas veces en esas tres noches peine, cada gesto generoso de las personas que vivieron conmigo todo esto
¿Qué palabras, imágenes o actos te ayudaron a transformar la muerte de Hugo en presencia amorosa?
Las fotografías daban realidad al evento, un postparto tan triste y desalentador que casi parecía una pesadilla de la que iba a despertar en cualquier momento. Las visitas de las matronas de duelo perinatal. Como las matronas trataban a Hugo, a su cuerpo ya sin vida, con cariño, como si fuera a dolerle que le retiraran esa vía, o ese apósito. Todo esto me hizo pensar mucho en la vida y en que la existencia de Hugo aunque fuera breve tendría un impacto en mi principalmente pero también en todo el universo.
¿Cómo reaccionó tu cuerpo tras el nacimiento de Hugo?
Como si no supiera que estaba pasando. El deseo tan grande de amamantar que tenía dio su fruto cuando me subió la leche.
¿Tuviste subida de leche?
Si y decidí extraerme por ver qué estaba sucediendo. Qué sorpresa cuando vi las botellas llenas de amor…lágrimas blancas brotaban de mi pecho
¿Cómo viviste el contraste entre ese cuerpo preparado para nutrir y la ausencia de tu bebé?
Indescriptible pero al mismo tiempo empezó todo a tener sentido, Hugo había nacido, había fallecido y mi cascada de oxitocina y prolactina funcionaban a la perfección…el deseo tan bestial de desearlo cerca, de amamantarlo y de tenerlo piel con piel sobre mi pecho
¿Pudiste o quisiste donar tu leche?
En ese instante pensé, y ¿si donó su leche? Puede ser algo maravilloso y que me conecte con el aún más. Será nuestro momento juntos en paz, cada extracción será una cita con el muñequito de mi vida
¿Cómo lo gestionaste emocional y físicamente?
Cada tres horas me iba a mi cuarto a solas con mi sacaleches y su recuerdo, me extraía y a continuación conservaba la leche, lavaba y esterilizaba el equipo y las horas iban pasando de otra manera, más agradable y más tranquilizadora. Me sentía poderosa esa leche que brotaba de mí gracias a él salvaría vidas, y él y yo formábamos el perfecto equipo. Done 9 litros en total, algo más de 2 meses y medio. Me extraje con mi hija Carla y me enfrenté a sus preguntas de inocencia pero tan reales, ¿mamá si Hugo no está para que haces esto? Preguntas que respondía con total naturalidad. Físicamente me ayudó a recuperarme y a transitar esos primeros días, semanas en los que en cierta forma tú también partisteis con él. Es un sinsentido tan grande y tan complicado de explicar que solo las comadres que lo han vivido lo entienden. Conocí a Olaya Rubio de Movimiento Ruben, e impulsora de la donación en duelo. Ella crea conexiones entre mujeres que tuvieron la misma locura de dar amor cuando más destrozadas estaban. Empecé a leer artículos (escasos) sobre el tema, y comenzó mi lucha por visibilizar Mi duelo perinatal y compartir nuestra historia.
Después de Hugo nacieron Claudia Joy y Celia Iris.
Claudia Joy fue como un regalo directo del cielo, el día del primer cumpleaños de Hugo, y su primer aniversario me enteré que estaba embarazada de nuevo…lo deseábamos tanto. Y NO sustituye a Hugo. Nada lo hace desaparecer pero esa nueva vida te devuelve un poco la esperanza de que la vida es muy dura pero también tan bonita, y merece la pena seguir y descubrir que tiene guardado para ti.
Cuatro años más tarde, y cuando prácticamente daba mis maternidades por completadas, a pesar de mi deseo de volver a ser madre, vuelve a suceder la magia y el misterio del embarazo. Y hace apenas mes y medio que llego a nuestra vida nuestra muñeca Celia Iris.
¿Cómo viviste esos embarazos después de haber vivido la muerte de tu hijo?
Ambos muy diferentes. Claudia fue un regalo de Hugo y como tal sabía que venía para quedarse, para ponerme una tirita en el corazón. Había momentos de preocupación pero eran mínimos. Dentro de mí sabía que no volvería a ocurrir y que esta niña vendría a casa con nosotros.
Celia, en cambio, ha sido más difícil de llevar pues por algún motivo que no logró comprender mi cabeza me recordaba constantemente que no todos los bebés nacen, que los bebés mueren y que no podía sufrir de nuevo algo así. Han sido 8 meses y algo muy bonitos, muy especiales pero con una mochila de miedo, en cierta forma porque se que no sería capaz de volver a vivir una pérdida tan grande. También ha sido el único parto sin tener a mi madre conmigo, que también nos dejó hace tres años, y aunque se que me cuida desde donde está la he echado de menos muchísimo
¿Qué temores, esperanzas o aprendizajes te acompañaban en ese nuevo camino?
La muerte….era mi mayor temor. Ver ese corazón latir en cada eco me daba mucha tranquilidad. Conocí otros casos con la misma condición que Hugo pero que habían sobrevivido y crecían con salud y con vidas prácticamente normales. Aprendí a ser mejor persona, más empática y mejor matrona.
¿Cómo integras a Hugo en la vida de sus hermanas?
Hugo forma parte de nuestro día, de nuestras improvisadas nanas para dormir a Celia. Celebramos cada año su cumpleaños, y sobre todo hablamos de él con naturalidad. No permitimos que la gente por ignorancia o desconocimiento lo anule.
¿Qué significado tiene para ti hablar de él con naturalidad en casa?
Todo el significado del mundo es la única manera de seguir adelante de sobrevivir y de seguir descubriendo todo lo bueno que su vida nos fío, da y seguirá dando.
¿Qué importancia crees que tiene hablar de la muerte con las criaturas desde pequeñas?
Que no sea tabú, y que entiendan la muerte como un proceso más. Integrar a Hugo en sus vidas sin historias paralelas.
¿Cómo percibes que lo viven Carla, Claudia y Celia Iris?
Celia es muy chiquita pero me deja boquiabierta cuando mira las fotos de su hermano, y con tanta ternura gira su cabeza hacia mi cuello. Claudia es muy inteligente, es capaz de saber cuando estoy triste y me da los mejores besos y abrazo.
Carla es mi heroína..ejemplo de resiliencia y crecimiento personal a pesar de las dos grandes pérdidas que ha sufrido tan pequeña, y gran parte de ello es ella pero también creo que nuestra manera de vivir la pérdida de Hugo ha ayudado mucho.
¿Qué te gustaría que otras familias supieran sobre la posibilidad de integrar la muerte en la crianza, sin ocultarla ni cargarla de tabú?
Me gustaría que todas ella tuvieran derecho a opciones en sus duelos. No todo el mundo quiere vivirlo como yo y eso es muy lícito pero para quien si lo desee así hacen falta profesionales formados y preparados para acompañar a las familias.
¿Qué te impulsó a escribir el libro "Lágrimas y sonrisas por Hugo"?
La necesidad de gritar al mundo el legado de Hugo y mi admiración por mi misma…
¿Qué significó para ti compartir tu historia públicamente a través del blog?
Es mi terapia, cuando vives algo tan terrible tienes que buscar algo que te ayude a seguir adelante. En mi caso fue hablar de él, de mi experiencia, fue un proceso de auto descubrimiento y crecimiento personal. Escribir libera el alma
¿Qué has descubierto en ese proceso de narrar tu experiencia?
Que cuando abres puertas la gente entra. Muchas mujeres comparten sus historias contigo y otras aprenden de tu mano. La gente que ha acompañado a amigas o familiares en sus pérdidas reflexionan sobre ello. Y te das cuenta de que aunque aún hay personas que se incomodan si nombras a Hugo. La gran mayoría te agradece compartir su historia con ellas y se sienten privilegiadas.
¿Qué mensajes más valiosos te han llegado de otras madres y familias que te han leído?
Son tantos. No solo palabras sino que se crean lazos muy fuerte de amistad. Los halagos suelen contener palabras como fortaleza, admiración, ejemplo de superación… otros disfrutan mi manera de escribir.
De familias en duelo acompañarles con mi historia y que en esos días primeros tan complicados tengan esperanza de que esa angustia tan grande se suaviza.
Y de las personas que leen el libro sin tener contacto con familias en duelo espero que mi testimonio les proporcione las herramientas para aprender a acompañar a mamás en duelo.
¿Qué te ayuda hoy a seguir viviendo tu maternidad de forma plena, incluso con una silla vacía?
Hablar y honrar a Hugo. Nombrarlo en mi cómputo de hijos. Y que mis hijas sepan de él y de lo que el me enseñó.
¿Cómo sientes a Hugo en tu día a día?
Soy una fiel creyente de que la vida no acaba en la muerte. Igual estoy equivocada pero para mí es más fácil pensar que no hay casualidad pero sí regalos de él. No hay un solo día que no piense en él. Es constante, y dejarme llevar por esta magia ha sido un descubrimiento enorme. Lo siento conmigo a cada instante.
¿Qué significa para ti hablar de tus hijos e hijas en plural, incluyendo siempre a Hugo?
Ser feliz. Me genera mucho dolor cuando la gente hace comentarios, insistente sobre que bien ya tienes tres hijos…o expresiones desde el nacimiento de Celia que aluden a nuestra nueva condición de familia numerosa…pero eso ocurrió cuando nació Claudia en 2020.
¿Qué te gustaría decirles a los y las profesionales que acompañan partos donde puede haber muerte?
Que se formen, que contacten con las asociaciones y no den por hecho que hablar o recordar genera más dolor. Que se ofrezca a las mujeres la opción de la lactancia en duelo en lugar de la supresión farmacológica inmediata.
¿Qué prácticas, gestos o actitudes consideras imprescindibles en ese acompañamiento?
La madre está muy perdida en esos momentos. Acompañar desde el respeto y el conocimiento me parece esencial.
Si tú pudieras formar parte del diseño de esos protocolos, ¿qué incluirías sí o sí?
Área separada de puerperio para que no escuchen a bebés llorar o ver como la alegría llena habitaciones de flores y visitas
Matronas especialistas en duelo perinatal para la creación de cajas de recuerdo
Disponibilidad de cuddle cots o cunas refrigeradas en todas las unidades
Seguimiento domiciliario
Atención integral a la mujer
Creación de recuerdos fotografías, huellas, pelito, entre otras cosas
Evento anual para recordar a todos esos bebés
Creación de un libro de memoria donde todos los bebés que mueren estén incluidos. Y que esté expuesto en el hospital en la capilla y abierto por el día del año que corresponda.
Conectar a las mujeres con asociaciones de duelo perinatal. Como Unamanita
Aprender a acompañar sin juzgar. Porque si algo tengo muy claro es que nadie puede ponerse en tu papel a menos que haya vivido la misma historia. La empatía y el cariño son 100% necesarias. No trates de buscar soluciones porque no las hay y por supuesto no hay “mejor así…”, “para cómo iba a vivir…” o el típico “eres joven ya tendrás otro…” como si de un bolso de piel manchado se tratase. Un hijo no se puede reemplazar.
Laura, gracias por tu testimonio luminoso, por abrazar la vida con todas sus caras, por escribir, hablar y criar con esa mezcla única de humanidad, sensibilidad y profesionalidad. Gracias por recordarnos que el amor no se acaba cuando un hijo muere, y que es posible criar con lágrimas… pero también con muchas sonrisas.
Su libro aquí: https://editorialcirculorojo.com/lagrimas-y-sonrisas-por-hugo/