Familias que han hecho posible este libro









El nacimiento de Movimiento Rubén propone: "que toda madre en duelo que lo requiera sea informada sobre las diferentes opciones a cerca de su lactancia que se le pueden llegar a presentar, para que pueda tomar una decisión consciente y empoderada".

¿Quienes son las "Donantes con Estrella"?

Muchas de las familias que han hecho posible este libro, pertenecen al Grupo de Ayuda mutua virtual (GAMV) en WhataApp de Movimiento Rubén, conocido como Donantes con estrella, donde mayoritariamente lo forman mamás en duelo lactantes que han donado leche con bebé estrella o arcoíris o les gustaría haberlo hecho. En él nos ayudamos en esta lactancia tan desconocida, única como insólita de igual a igual y donde además al ser un tema que a todas apasiona en él hay matronas, asesoras de lactancia, terapeutas ocupacionales, maestras, enfermeras e incluso escritoras.

Toda madre lactante en duelo que desee entrar puede ponerse en contacto con nosotras a través de nuestro correo electrónico.

Quiénes están detrás de los testimonios de

Éstas somos nosotras:

Familias que tras el fallecimiento de sus hijos y/o hijas han vivido una lactancia en duelo que necesita ser contada.

Olaya Rubio

Sylvie Riesco


Julia Vazquez-Dodero

Susana Cenalmor

Macarena Grau C

Núria Laspeñas i Carbó

Aroa Casado

Laura Segura Blanco

María Martin Lahuerta, Miguel Gorbes e hijos

Fátima J. González

Marta Lahoz

Ruth Pastor Campos

María Simón y Luis

Laura Glez. Ortiz

Alicia Roque García

Ana Romero Centella

Olaya Rubio

Olaya Rubio, asesora de lactancia, diplomada en Turismo y madre de 4 estrellas fugaces, un agujero negro, una mariposa que se llama Rubén, afincadas en la Constelación Casiopea y aquí en La Tierra madre adoptiva desde 2021.

Crea Movimiento Rubén-Lactancia en duelo (2018) y poco después inicia su grupo de ayuda mutua "Donantes con Estrella", hoy conocido como "Madres también" donde toda mujer lactante en duelo que lo necesite puede recibir apoyo y contención entre iguales.

Escribe el primer libro sobre lactancia en duelo «Madres también Alimento para el alma». Además es miembro de la Asociación Brazos Vacíos Asturias.

En 2017 colabora en la creación del Proyecto Soñando Contigo, sobre infertilidad. Este es el grupo de Apoyo que continúa en Madrid la labor que inició Eva María Bernal con CreandounaFamilia.net.

En 2016 entra en el Grupo de Apoyo Hello de Marian Cisterna.

En 2015 entra en el grupo Rocío Pio, a través del cual empieza a ver que no está sola y que es una pena no haberse puesto a buscar ayuda de iguales muchos años antes, en lo que vivió duelos solitarios, desautorizados y silenciados.

Susana Cenalmor

Soy Susana, madre de tres niños, enfermera, aficionada a la vida a las risas y a las buenas personas. El camino empezó conociendo la pérdida de nuestro primer hijo, con apenas tres días que dieron el giro más inesperado cuando esperas zambullirte en un dulce puerperio.

Me quedé sin cimientos y sin herramientas para reconstrución, pero encontré una vía de escape en la donación de leche: conseguir ver vida donde sólo había muerte.

Poco a poco aprendí a respirar y a reír de nuevo en compañía de otras personas de esta maravillosa red invisible que te sostienen y te ayudan a caminar cuando te fallan las fuerzas.

Quisiera en nombre de mi hijo y todos los que, desde algún lugar lo acompañan, divulgar las necesidades de las mujeres durante los puerperios invisibles que nos dejan los brazos vacíos y amor por entregar a alguien a quien no podemos abrazar.

En el mundo profesional hay mucho trabajo por hacer, comenzando por concienciar a los profesionales de qué hay otro modo de ayudar a las familias en duelo más allá del tiempo todo lo cura.

Julia Vázquez-Dodero

Mi nombre es Julia y me encanta decir que soy la madre de Lola y de Javier.

Lola murió en mi vientre cuando llevaba 27 semanas dentro, es mi hija invisible.

No quise inhibir la lactancia y cuando tuve la subida de la leche decidí que quería donarla.

Me puse en contacto, entre otros, con la Asociación Psicología Perinatal y lo logré, en el hospital Santa Lucía de Cartagena (Murcia) que es punto de recogida del hospital Virgen de las nieves, de Granada.

Un tiempo después pusimos en marcha el ProyectoLola, sobre gestión de la lactancia tras una muerte perinatal.

Mi hija me acompaña siempre, me ha traído tantas personas maravillosas, tantos regalos. Mi vida no sería igual si ella no hubiera existido. ️

Creadores del documental sobre lactancia en duelo que se puede ver aquí.

Macarena Grau C.

Soy Macarena, madre de Leila, Axel y Dafne....y estrellas.

Madre joven y encantada de la decisión, pues Leila llegó a mi vida cuando tenía 19 años.

A la tierna edad de 25, tras dos embarazos con "final feliz", nació Dafne la cual falleció mientras nacía.

Su muerte fue un imprevisto para todos los componentes de la familia, ya que la guinda del pastel no fue la que se preveía, pero no por ello no íbamos a quedarnos sin pastel. Es así como me decidí a donar la leche que mi cuerpo estaba generando para ella. Aprendí a amar con los brazos vacíos y a encontrar a mi hija en lo hermoso y sencillo del día a día: en el canto de los pájaros, en la forma de las nubes...

Es así como, escrito tras escrito, me decidí a buscar a más mujeres que hubiesen vivido lo mismo que yo, pero en ninguna de ellas encontré la donación de leche, aunque si el deseo de haberlo realizado si hubiesen tenido información previa.

De este modo, en la zona de la Safor, tras la unión de varias mujeres con pérdidas gestacionales y una doula que en aquel momento no era mamá, dimos a luz un proyecto llamado Dolina, con la finalidad de implantar un protocolo en el hospital de Gandía siendo de este modo pioneras en grupos de apoyo y entendido que ayudar, ayuda: es de este modo que la asociación-hermana Nubesma obtuvo información para poder ser una asociación en la zona de Valencia y realizar todo lo hecho hasta día de hoy.

A su misma vez, ante mi duelo por la muerte de Dafne, fui consciente de que lo único que podía dar a día de hoy a Dafne eran mis escritos los cuales fueron de aliento a muchas otras mujeres que sentían lo mismo que sentía yo...por dicho motivo cree la página de Pequeña Ninfa Guerrera y varios post con el hashtag #PequeñaNinfaGuerrera en el que comparto no solo mi duelo sino también el de sus hermanos.

Actualmente, puesto que el fallecimiento de un hijo, sea cual sea la causa sea cual sea la edad, prevé un lenguaje universal: el amor que sentimos hacia ellos y el deseo de que pudieran estar con nosotros, formo parte de un grupo de duelo en Italia llamado Mamme di Piccoli Angeli donde las mujeres pueden compartir sus sentimientos, experiencias y escritos para sus pequeños Ángeles.

Sylvie Riesco Bernier

Soy Sylvie Riesco Bernier, madre de dos hijas nacidas en 2012 y 2015. Mi maternidad sin embargo nació dos años antes, con mi bebé estrella de 19 semanas llamada Sylda. Cada una de estas experiencias me acercó al mundo de la maternidad y la lactancia desde un ángulo distinto: la magia, el dolor, la interrupción de la leche, el mundo de neonatos, los grupos de apoyo a la lactancia materna como Lactard, la donación de leche en el Hospital 12 de octubre, la formación como asesora de lactancia para poder acompañar a otras madres y la difusión y visibilización de las distintas maternidades, la lactancia y el duelo perinatal, entre otros, en la publicación de varios libros.

Son mi condición de mujer y mi experiencia como madre las que me llevaron a escribir La Magia de la Leche: Historias de Amor con mucho sabor en 2015, libro de maternidad, lactancia y crianza que cuenta con tres ediciones (La Casita de Paz, 2015, 2016 y 2019), varios premios y que destina sus beneficios a FEDER, Fundación Aladina y la Asociación Española de Bancos de leche. Fue seleccionado como #MiLibroparaMadrid 2017, Ayuntamiento de Madrid, mayo 2017, y obtuvo el Primer premio a mejor comunicación otorgado por el Comité Científico de FEDALMA (2017). Hoy en día, es el libro que los Bancos de Leche Humana de los Hospitales de distintas comunidades autónomas regalan a sus donantes de leche (Principado de Asturias, Galicia, Cantabria, C. León, C. Valenciana y Madrid).

En 2018, nació mi primer poemario, Poemocionario en ti”, una colección de sensaciones y experiencias en torno al hecho de ser mujer, ser madre y/o criatura, que ya cuenta con dos ediciones (Editorial Dilema y La Casita de Paz 2018, 2019) (700 ejemplares vendidos) y colabora con el proyecto Avanzadoras de Intermón Oxfam. Este libro también fue seleccionado como #MiLibroparaMadrid 2018 (puesto 9º de los 100 seleccionados para estar en todas las bibliotecas públicas).

En 2020, me encuentro editando y trabajando en el libro “Madres también:mas allá del regazo vacío. Alimento para el alma” de Olaya Rubio, una joya para las madres que viven una maternidad desconocida, invisibilizada y tapada, un regalo para las mujeres que desean entregar vida aún cuando aparentemente sólo hay dolor.

Esta trayectoria me ha llevado a ganar varios premios de escritura relacionados con el mundo de neonatos y la donación de leche:

- 1er Premio del II Certamen de Relatos de Lactancia Materna 2019 en Hospital Universitario Príncipe de Asturias con el relato “Confía”

- 1er Premio del III Concurso de Microrelatos del Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, junio 2017.

- 1er Premio de comunicación “Contar para ver”, otorgado tanto por el Comité Científico de la Federación Española de Lactancia Materna (FEDALMA, Barcelona, abril 2017) así como por aclamación popular.

- 2º Premio del II Concurso de Microrelatos del Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, junio 2016.

Asimismo, me ha llevado a colaborar en varias obras colectivas (Relatos para el Museo del Prado con el motivo del Bicentenario del Museo, enero 2020; Microrelatario Adelante contra la Violencia de Género, (IF Jaume I 2019), a firmar en ferias del libro por todo el territorio español (incluída la Feria del Libro del Retiro de Madrid del 2015 al 2019), a ser nombrada y elegida Embajadora de la Paz del Círculo Universal de Embajadores de la Paz (Ginebra y París, 2019) y desde septiembre de 2019 ser la Vicepresidenta de la Asociación de Escritores de Madrid.

FB e Instagram: @sylvieriescobernierescribe

Correo: sylvieriescobernier@gmail.com

María Martin Lahuerta y Miguel Gorbes

Somos María y Miguel, padres de tres, Adai, Naira y Airam. Somos matrona y abogado, respectivamente.

Como matrona siempre pensé que evitarle el “sufrimiento” a una mujer que acababa de perder a su hijo era mi trabajo. Debía de velar por su bienestar, no sólo físico, sino también psicológico. Me habían enseñado a adoptar una actitud paternalista, y daba por hecho que lo mejor era evitar esa subida de leche, evitar el dolor de ver manar de sus pechos el alimento del hijo que había muerto.

¡Qué equivocada estaba! Ahí estaba yo, abrazando a mi hija, sin vida y con unos pechos llenos de leche, lactancia en Tándem se llama. A pesar de haber manifestado mi deseo de seguir amamantando a mi hijo mayor, por “protocolo” se me pautó el fármaco que inhibe la lactancia, y como es obvio no lo tomé. Al llegar a casa comprobé que mi producción era tal que podría alimentar no solo a mi hijo mayor, sino a otros bebés. Pensar en donarla me reconfortó, si, lo iba a hacer. De nuevo la realidad me dio una bofetada, en Aragón no se podía. Gracias a una compañera y a pesar del dolor que me causo escribí el texto que hay plasmado en el libro. Ella lo leyó en la reunión Nacional de Bancos de leche y fue mi pequeña aportación, nuestra mejor dicho. Naira, Mª Ángeles y yo terminamos de abrir los ojos y gracias a eso hoy en día, en Aragón, si pierdes a tu bebé puedes salvar a muchos otros donando tu leche.

De profesional a profesional: no decidamos por nadie, informemos y que sean ellas quien elija como quiere vivir su duelo.

Naira viniste para enseñarme tantas cosas, eternamente agradecida de ser tu madre, “princesa”.

María

Yo como abogado, y desde nuestro blog mortinato.com Intentamos ayudar a todas las familias que no encuentran comprensión personal o jurídica.

Haber llegado hasta el final en nuestra lucha personal y jurídica no nos legitima para decirles cómo afrontarlo pues cada familia lo vive de forma distinta según sus circunstancias. Solemos aconsejar con las palabras que nos hubiera gustado escuchar justo en el momento apropiado. Sintetizando mucho, solemos aconsejar a las familias:

1. No os culpéis ni a vosotros ni el uno al otro.

2. No podíais haberlo evitado, no había nada que hubieras podido hacer.

3. Todo lo hicisteis bien, pero tenía que ser así, no se puede cambiar. Debemos vivir con ello sin que nos consuma.

4. Nuestra hija está siempre con nosotros es parte de nuestra familia y siempre estamos juntos.

5. Tenemos que seguir adelante, como ella quiere, por nosotros y nuestras familias que nos necesitan.

En el aspecto jurídico seguimos luchando en el Tribunal Supremo por la igualdad entre la maternidad y paternidad tras el fallecimiento de nuestros hijos. Aunque ganemos, la lucha sigue pues los políticos en 2019 cambiaron la legislación perjudicando a familias, quizá sabiendo que nosotros ganaríamos. Ahora, ya no hay paternidad ni maternidad, sino progenitor biológico y no biológico. Pero nuestra lucha debe continuar ya que la desigualdad de trato aún sin género sigue existiendo. El permiso, a mayor escarnio si cabe contra nosotros, es por nacimiento y cuidado del menor (eso sí sin género). Pero olvidando intencionadamente a las miles de familias a las que deniegan sus derechos en el peor momento de sus vidas.

La consecuencia es la misma madre en duelo sin hijo/a y padre o madre sin poder conciliador y estar conciliando y cuidando a la familia (que por cierto carece de género).

Blog Padres de hijos nacisos sin vida

Miguel

Laura Segura Blanco

Soy Laura, mamá Carla y de Hugo, mi segundo hijo, que falleció a las 4 horas de vida por una hernia diafragmática.

Soy Diplomada en Enfermería y realice la especialidad de Matrona en Irlanda, donde resido desde 2007.

La muerte de Hugo me está llevando por rincones que no conocía, y a conocer personas maravillosas que comparten este vacío.

Soy creadora de un blog y escritora del libro Lágrimas y sonrisas por Hugo, que saldrá publicado a finales de 2020, pero sobre todo soy una madre que disfrutó de un duelo respetado y que quisiera conseguir que esta opción esté disponible en todo el mundo.

Mi colaboración con este libro, surge al hacerme donante de leche materna tras la muerte de Hugo y conocer a los Olaya y Rubén.

El libro de Laura Segura ya está a la venta en editorial Círculo Rojo, también disponible en su página web y en Amazon. Ver su primera presentación del libro, en este enlace.

Ruth Pastor Campos

Soy Terapeuta ocupacional en el Centro de Salud Mental de Cartagena del Servicio Murciano de Salud y profesora asociada de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), pero ante todo madre de Aday, que luchó como un guerrero durante tres días en la UCIN tras una gestación de 24 semanas, y de tres estrellas más.

No existía el servicio de donación de leche tras la muerte de Aday, pero sí pude donar leche materna tras el nacimiento de mi hija arcoiris Naia y actualmente tras el nacimiento de mi hija Nur.

Moderadora del foro Superando un Aborto (SUA) y miembro del Grupo de trabajo de duelo gestacional y perinatal del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena del Servicio Murciano de Salud.

Núria Laspeñas i Carbó

Soy Maestra de educación infantil, apasionada de los niños desde muy pequeñita. Madre de tres hijos en la actualidad, uno de 6 años y dos bebés estrella, Estrelleta (mayo 2017) y Tro (abril 2019). Ambos heredaron una enfermedad genética y tuvimos que tomar la decisión más dura de nuestras vidas: interrumpir los embarazos.

Al padecer la enfermedad no me permitieron ser donante de leche pero a pesar de ello me sentí muy identificada con el proyecto de Olaya y las “Donantes con Estrellas” y quise colaborar contando nuestra historia. Mi hijo mayor tomó su “tetita” hasta los pasados 5 años y sus hermanos le dejaron ese regalo para él (yo le llamo tándem en duelo). Me llaman Donante de corazón”.

La vivencia con mi primera interrupción dejó un antes y un después en mi vida y eso me obligó a buscar de nuevo la luz que me permitiera seguir hacia adelante. Creé un Grupo de Ayuda Mutua privado en Facebook llamado “La vida después de una interrupción del embarazo” en febrero de 2018.

En Febrero de 2020 junto con otras madres que han pasado por una interrupción del embarazo creamos A Contracor, la primera asociación de duelo por interrupción del embarazo con sede en Cataluña. Podéis encontrarnos en las redes de Facebook (C), Instagram (C) y Twitter(C). Desde la asociación tenemos varios proyectos enter ellos Arrópame con nuestros Saquitos Jizö queremos humanizar la recepción del bebé por las familias. Éstos ya han sido repartidos en varios hospitales nacionales con protocolos de duelo.

Aroa Casado Rodríguez

Soy Aroa Casado Rodríguez, madre de Laín y Laura entre muchas otras cosas.

Laín falleció a las pocas horas de nacer en el año 2017 (foto de arriba: sesión fotográfica realizada durante el embarazo de Laín). Tras su partida decidí vivir mi vida lo más plenamente posible.

Quiero que la historia de mi vida sea un ejemplo para mi hijo y que sepa que su existencia y el amor que por el siento siempre pesará más que su muerte (foto de abajo : estancia de investigación en Nueva York año 2018).

Con el nacimiento de Laura tomé la decisión de hacerme donante de leche materna, ya que tras el fallecimiento de Laín nadie me ofreció esa posibilidad y era una deuda que yo sentía que tenía con la vida.

Conocer a Olaya y a todas las personas que colaboran con Movimiento Rubén me hacen sentir que sigue siendo posible un altruismo puro dentro de una sociedad individualista como la nuestra. No dejéis nunca de hacer lo que os hace sentir más felices con vosotras mismas y con vuestro entorno, el camino del duelo es intenso pero muy gratificante.

Fátima J. González Buyo

Soy Fátima, la mamá de Eros, de Helios y de Añil.

Con cada hijo que he acompañado a nacer he aprendido, mucho. Y cuando murió Helios, mi corazón se hizo pequeñito de repente.

Un camino nuevo se abría, un sendero diferente al que había imaginado comenzaba a surgir.

Entré allí. Llego mi hija Añil y conocí a Olaya y comencé a donar leche. Leche por mi pequeño, leche por mi mayor y leche por mi niña. Por esta cadena hermosa que se presentó, por el amor de cada mamá y cada niño.

La Vida y la Muerte nos han unido, y esta leche ha forjado en nosotras una unión hermosa.

Mamá que leas esto, Papá que leas esto, no estáis solos.

Gracias cadena hermosa de la leche.

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Marta Lahoz

Soy Marta Lahoz, mamá de Sara, mi bebé mariposa, (octubre 2010), Sofía (junio 2012), dos pequeñas estrellas fugaces (septiembre y noviembre 2015) y Julia (enero 2017).

En el 2010 esperábamos vida, pero abrazamos muerte. Sara murió en mí a las 27 semanas de gestación. Mi parto, a pesar del dolor físico de un parto inducido y del dolor psíquico que ocurre cuando pares a tu hija muerta, fue fácil. La pre-eclampsia que no pudo soportar Sara, no me provocó secuelas y la recuperación física fue inmediata.

Recuerdo que en el hospital me trataron muy bien, pero no me informaron de la medicación que me administraban y yo no pregunté. Cuando me enteré de que una de las pastillas que me había tomado eran las que inhibían la producción de leche, me sentí realmente muy mal. Creía que eran calmantes del dolor, y me sentí engañada.

En el 2010, el Banco de Leche de Aragón se estaba creando, todavía no existía cuando Sara nació. Sabía que no podía donar su leche, pero hubiera agradecido ser informada.

Durante meses tuve una hermosa perla de leche en mi pezón. Me recordaba el paso de Sara por este mundo de vivos... era amor y dolor en una perla. No tuve fortaleza para acudir a que me la extrajera la matrona, me la quité yo sola una noche, entre llantos de pena, pues era una fase más en la despedida de Sara.

Nada más morir Sara, comencé a acudir a las reuniones de duelo que organizaba la asociación de madres VÍA LACTEA.

En junio de 2012, nació mi bebé arcoíris Sofía. Fue un torbellino de emociones. Feliz al máximo y triste, muy triste, porque no estaba Sara.

En una de las reuniones de duelo de VÍA LÁCTEA, surgió la magia de las mariposas y, gracias a 7 bebés mariposa, comenzó a gestarse la asociación aragonesa de duelo gestacional, neonatal y perinatal BRISA DE MARIPOSAS (Tenemos Facebook e Instagram). Surgió con la idea de ayudarnos entre familias iguales.

En una charla-reunión entre sanitarios y varias asociaciones cercanas a la maternidad y duelo, entre ellas BRISA DE MARIPOSAS, pregunté por qué el Banco de Leche de Aragón negaba la donación de leche materna a las madres dolientes. La respuesta, de sanitarios que trataban con el Banco de Leche, era que lo hacían por ética, porque era doloroso para la madre, porque podría ser contraproducente para superar su duelo. Yo decía que lo que era doloroso era ese paternalismo, el no dejarnos tomar la decisión. Es tan difícil preguntar a una madre doliente si quiere donar leche, como a unos padres, cuyo hijo muere por un accidente de moto, si quieren donar sus órganos. Si una madre, ve que tras tres extacciones no puede seguir donando, es tan fácil como dejar de donar. No firmamos un contrato de continuidad. Si a una madre le viene bien, ¿Por qué no donar?

De todas las familias de la asociación, yo era la única que se hubiera planteado donar, en caso de haber sido posible. Por eso, no moví más hilos, y nunca hablé directamente con el Banco de Leche de Aragón. Sí preguntaba a sanitarios amigos, y la respuesta era siempre la misma.

Por desgracia, a María, matrona turolense, se le murió su hija y ella consiguió que el Banco de Leche de Aragón, aceptara donaciones de leche materna de madres dolientes. Siempre agradecida.

A finales de 2015 tuve dos abortos tempranos. Esos abortos, me devolvieron la fe en mi fertilidad y sentí que limpiaban mi útero.

No conseguí un nuevo embarazo, hasta que no dejé de amamantar a Sofía. En enero de 2017 nació Julia.

Entonces tenía muy claro que quería donar mi leche. Hablé con mi matrona, que estaba emocionada por mi decisión. Me facilitó muchísimo mi tarea.

Doné durante 5 meses, hasta que Julia cumplió 6 meses, entonces no estaba permitido donar una vez que el bebé comenzaba la alimentación complementaria. Gracias a Julia puede quitarme esa espinita que tenía, de no haber podido donar leche.

Deseo que muchos bebés prematuros puedan mejorar gracias a la leche materna donada por mamás comprometidas.

El esfuerzo es pequeño y el beneficio es enorme.

Laura Glez. Ortiz

Soy Laura y tengo 2 hijas y 2 hijos. Mi hijo Darío murió con 9 días, en 24 horas, de manera inesperada. Me sentí muy arropada por buenas amigas y gente estupenda que se organizó para ayudarme a seguir adelante y que gestionaron todo para que pudiera donar la leche que tenía y seguía produciendo.

De esta experiencia tan triste y desoladora, la parte positiva son las amistades que me apoyaron día y noche durante meses y todos los aprendizajes, entre ellos que donar leche da vida, tanto a nosotras como madres vacías como a los pequeños que la necesitan y no podrían tenerla de otro modo.

Donar leche ayudó a que el dolor fuera más llevadero, la recuperación física y emocional más rápida y sana, pero sobre todo en ese proceso encontré el apoyo del personal sanitario del 12 de Octubre. Soy consciente de que no en todas las ciudades hay Bancos de Leche tan especializados pero confío en que en un futuro cercano todas las madres tengan esta opción cerca.

Apoyo la inciativa del #movimientoRubén ya que considero imprenscindible el apoyo a las madres que pierden a sus hijos, para que tengan toda la información disponible, tanto de profesionales como de las personas que por desgracia hemos pasado por esto y somos quienes podemos dar un punto de vista real, personal y empático, algo que es imprescindible como apoyo en los primeros momentos de la muerte de un hijo y también a largo plazo para acompañar a las madres y dar un punto de esperanza necesaria para poder seguir adelante.

María Simón y Luis

Somos la familia Sabater Simón: Lluís, María, Estel y Gil.

Mi nombre es María, mamá en el cielo de Estel (y 3 estrellitas más) y mamá en la tierra de Gil. Conocí a Olaya de forma casual mediante un artículo que leí en una revista digital de maternidad que me aportó luz cuando Estel, mi hija mayor, se puso enferma en mi vientre y tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida: interrumpir el embarazo. Estel, de 22 semanas, que falleció a los 90 minutos de nacer se convirtió en una estrella que aún a día de hoy nos sigue iluminando con su legado. Con ella nació el proyecto Petita Estel, y como todo ser que va creciendo, ella también lo hizo y ahora está al frente de un proyecto mucho más grande: La Capsa dels Records (@lacapsadelsrecords) desde donde hacemos ropita para los hospitales para bebés tan pequeñitos como ella y de otros tamaños.

Durante los primeros meses de su nacimiento le homenajeamos con muchos rituales: como plantar una flor en su nombre, cantarle, dedicarle vídeos, hablarle, leerle cuentos, y también donar su leche materna en el Banco de leche de nuestra comunidad e incluso hacerle jabones con esta leche, con nuestra leche materna, la que en su día tenía que ser para ella, con la que hoy su hermano pequeño puede disfrutar en sus baños diarios (En la foto Lluis y Gil sostienen uno de estos jabones).

Todos estos rituales en honor a nuestras estrellas no hubieran sido posibles sin la presencia de Lluís, un hombre fuerte de espíritu, con una fortaleza increíble y que a la vez ha sido cómplice de una lactancia respetada, capaz de dar el apoyo necesario a una mamá desolada por tener los brazos vacíos y los pechos llenos. Lluis papá de Estel participó activamente en todo lo que tenía que ver con la lactancia. Él fue quien descubrió y contactó con el Banco de leche. Todo un padrazo con el que compartir muchos de estos momentos en los que rendimos homenaje a nuestra amada y deseada hija Estel.

Alicia Roque García

Mi nombre es Alicia y soy mamá de una estrella fugaz, mi estrella llamada Thiago (que falleció a los 15 días de nacer) , Paola y ahora viene en camino Leo que pronto estará con nosotros .

Mi profesión es estilista y tengo una peluquería. En la cual me refugié demasiado para poder llevar tanto dolor.

El embarazo de Thiago fue muy duro ya que sabíamos que venía con una cardiopatía, lo que nunca imaginamos fue su final... luchamos juntos durante 15 días en el Hospital 12 de Octubre del que solo tengo palabras bonitas, ellos y la Fundación Menudos Corazones fueron una familia para nosotros.

Cuando Thiago falleció me informaron de que tenían un Banco de Leche en el que poder donar mi leche y ya que Thiago tenía mucha guardada, porque comía muy poquito, no dude en poder abastecer a otros niños que no tuviesen y la necesitasen. Sólo pude hacerlo el tiempo que estuve en Madrid ya que en Salamanca, donde yo resido no hay Banco de Leche y es una pena de verdad porque es otra manera de superar el dolor y además así poder ayudar a esos bebés, que por diferentes motivos no puedan alimentarse de la leche materna de su propia madre.

Ana Romero Centella

Mi nombre es Ana y tengo 38 años. Soy Educadora social y vivo en Viladecans (Barcelona). Tengo dos hijas preciosas. Daniela de 5 añitos y Mariona, que murió de forma súbita el 20 de abril de 2019. Tenía sólo 2 meses y medio.

A Daniela la amanté hasta los 2 años y medio y fui donante de leche materna en el Banco de leche de Barcelona. Con Mariona deseábamos hacer una lactancia prolongada y volver a ser donantes de leche. Los 75 días que vivió fuera de mí hicimos Lactancia Materna Exclusiva. Pero su muerte arrasó con todos nuestros proyectos, los presentes y los futuros. La atención hospitalaria que recibí fue únicamente por parte de una profesional del ámbito de salud Mental quien me facilitó las pastillas para hacer una inhibición farmacológica que obviamente no funcionaron ya que mis pechos llevaban 75 días trabajando a pleno funcionamiento. Ningún profesional del ámbito de la obstetricia me atendió y nadie me explicó lo que me podía suceder ni me ofreció ninguna alternativa a la inhibición farmacológica.

Tres días más tarde, después de contactar con el 061 y de recibir una atención desinformada e inhumana, contacté con Silvia, asesora de lactancia de la asociación LactaMater, quien me explicó como tenía que realizar una inhibición natural, si así lo deseaba y me ofreció otras alternativas. Entre las cuales elegí guardar leche para hacer joyas y rituales.

Los días que siguieron a la muerte de mi hija, permanecí en una situación de shock total y me resultaba imposible cuidar de mi misma. Mis pocas energías estaban puestas en cuidar a mi hija mayor, y aunque sabía que podía ser donante de la leche de Mariona, no me sentía con la energía emocional ni física para mantener las medidas higiénicas que la donación me requería. Mis pechos necesitaron 20 días para entender que ya no tenía bebé que necesitase esa leche y cuando la leche acabó sentí una mezcla de alivio y tristeza profunda.

Soy Educadora Social y desde el 2004 acompaño a familias vulnerables en situación de crisis. Lo que no sabía es que yo misma iba a vivir la mayor situación de crisis que un ser humano puede llegar a vivir: experimentar en primera persona la muerte de un hijo. Una situación antinatural que carece de sentido, que arrasa todos los proyectos y acaba con la persona que eras. Una situación que te destroza emocionalmente y hace que tengas que empezar a “reconstruir” una nueva identidad y una nueva vida. Yo decidí vivir la mía en honor a mi hija que no pudo vivir la suya propia y decidí que me iba a encargar de plantar a Mariona en el corazón de las personas que nos quieren. o que no sabía es que mi hija ha tocado muchos más corazones de los que habría imaginado.

[Eva Mª Lapeña Palacios ]


[Sandra Canvs]

[Rocío Galindo Alba ]

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Si estas interesada en ser embajadora o embajador de Movimiento Rubén en tu ciudad o país de origen, es importante que dispongas de tiempo y ganas de llevar a cabo una experiencia vital entorno al voluntariado.