Vives en cada uno de mis latidos Eiden

@angelito_prematuro

Vives en cada uno de mis latidos, Eiden.

Después de 4 días hospitalizada por fisura de bolsa, Eiden nació siendo un gran prematuro de 25 semanas y 4 días.

Tenía dos opciones: alimentar a mi hijo con leche de una mamá donante o alimentarlo con la mía (si es que me subía).

Mi idea principal era darle biberón, pues nunca imaginé que nos pasaría algo así... Pero cuando me encontré ante esta situación no dudé ni un segundo, iba a ayudar a mi pequeño como fuera, haría todo lo que estuviera en mi mano, si o si.

Todo era muy difícil, mi hijo estaba luchando por su vida en una incubadora y yo iba a agotar todas las opciones y hacer hasta lo imposible por darle una oportunidad, por mínima que fuera...

Vino una matrona maravillosa a enseñarme a utilizar el sacaleches. Recuerdo que estaba muy nerviosa, no sabía si tenía ese oro líquido....si mi cuerpo estaría preparado.

Recuerdo la primera extracción, eché media hora para sacar 1 cm y medio... Lloré de emoción... ¡TENÍA LECHE! Ahora tocaba estimular. (Se me llenan los ojos de lágrimas solo de revivir ese momento).

Las primeras veces con el sacaleches fueron un horror... Era una sensación extraña, diferente y desconocida para mí...me daban ganas de sacarlo por impulso, por inercia. Así que para distraerme hacía dos cosas:

Una era mirar la foto de mi bebé, no se le veía la carita con tantos cables, pero ahí estaba mi pequeño valiente. Luchando y agarrándose a la vida.

La otra era ponerme música para quitar la atención de lo que tenía puesto en mis pechos.

Mi marido me apoyó y cuidó en todo momento, es también gracias a él que conseguimos todo esto.

Recuerdo que buscaba información constantemente sobre lactancia, todos los folletos que había en el hospital los leía y me los llevaba para la habitación. Además, me animaba diciéndome que lo estaba haciendo genial, hacía bromas para distraerme y hacerme sonreír.

A la semana ya me adapté al sacaleches y era como un complemento más en mí día a día. El complemento perfecto y el más importante, además mi hijo comía y crecía. Yo cada vez tenía más leche.

Un día, me vino a buscar una auxiliar, preguntando por la mamá de Eiden. Acababa de entrar por la puerta de la UCI neonatal y escuchar eso me puso alerta.

  • ¡Soy yo!¿Qué pasó? ¿Le pasa algo a mi hijo?

Me pidió que la siguiera y me llevó hasta el Banco de Leche....Resulta que había llenado dos congeladores y que tenía que hacer uno en casa.. A veces me daba vergüenza llevar tanta (y se encargaba mi marido) porque esta misma persona ponía mala cara... Al final también llené el arcón de la casa de mis padres.

La leche iba en aumento...cada día más y más, hasta llegar a sacar 1 litro 250 al día.

Hablé con mi matrona porque ella ya me había informado sobre el banco desde el primer momento.

Tras mucha información, firmar unos papeles y hacer una analítica me hice donante . Y así fue como alimentaba a mi bebé y ayudaba a otros pequeñines.

Luchamos 1 mes y 18 días .

Eiden me hizo el mejor regalo de todos. Me regaló tiempo,me regaló toda su vida y me llenó de un amor eterno e infinito. Eiden murió en Marzo del 2021 y fue ahí cuando mi corazón se rompió, cuando todo mi ser se consumió de dolor...un dolor que aprieta,que ahoga, que mata...aun a día de hoy.

Antes de salir de ese hospital fui directamente a ver a mi maravillosa matrona y le supliqué que por favor me diera algo para cortar la leche...estaba destrozada..ella siempre me trató con cariño,respeto y compresión.

Llorando conmigo y abrazándome me dijo que sentía lo de mi bebé, que tenía demasiada leche, las pastillas no me iban a funcionar. Tenía que ir disminuyendo cantidades poco a poco mientras extraía. La cabeza me cortocircuitaba...

No tenía tiempo para pensar, salí a rápidamente..

Enterré a mi pequeño con el desgarro más grande que puede tener un alma. No era capaz de dejarlo ir, le abrazaba pero no me quería despedir del. Mi marido tuvo que tirar de mí con un cálido abrazo.

Una vez en mi casa decidí seguir donando, en honor a Eiden. Seguir haciéndolo fue muy duro pero no podía tirar esa leche...solo de pensarlo se me rompía el corazón.

Cogía el sacaleches y lloraba. No podía evitarlo, no podía parar...pero era el mayor gesto de amor. Me sentía mal porque esa leche tenía que ser para mi bebé...Y a la vez donarla aliviaba un poco mi dolor. Me sentía bien porque el gran amor de Eiden hizo que todo esto fuera posible.

Eiden y yo hicimos una donación de 40 LITROS en 2 meses. Nuestra unión consiguió que hiciéramos el mejor regalo de todos...ayudar..regalar salud..dar vida (de otra manera distinta). Este es el legado de Eiden. Para que todos los bebés crezcan, cogan peso, estén protegidos y obtengan los beneficios que necesitan.

Eiden y yo deseamos que esta leche ayude a muchos bebés, el ingrediente secreto es mucho amor...el más grande que te puedes encontrar....

Porque, aunque mis brazos están vacíos, el corazón lo tengo a rebosar del amor de mi hijo.

El día que hice mi última donación me llenaba la congoja. Dejé una bolsita de leche guardada en mi congelador. Fui al hospital donde todo ocurrió y devolví todo lo que me prestaron: la bolsa, los hielos, los botecitos...y también dejé medio corazón.. .tanto en el banco de leche como en la UCI neonatal.

Cuando llegué a mi casa, lavé el sacaleches por última vez, sin prisas y minuciosamente...llorando.. Mi marido me dijo que era muy valiente, una guerrera... y que quería saber qué se me pasaba por la cabeza.

Respondí con la voz rasgada e entrecortada:

"Esto es lo único físico que me quedaba de nuestra unión, como madre e hijo.


Me conectaba con él, era algo muy nuestro.

Me duele tener que guardarlo pero alargarlo sé que me hará más daño."


Lo metí en la caja transparente, con todas las cositas de Eiden. Me costó, guardarlo, no os hacéis una idea...llevaba días posponiéndolo...pues gracias a él, mi hijo se pudo alimentar, gracias al sacaleches ayudaríamos a otros bebés.

Pasé muchas horas pegada al sacaleches. Si me hubieran dicho el primer día, ¡que lo echaría de menos!, seguramente no me lo creería, incluso me reiría. Y luego, sentí mucha..pero muchísima pena al guardarlo.

Ser donante me dio momentos de paz en medio del huracán, me demostró que hay acciones tan grandes como personas. Que la fuerza de una madre puede arrasar con todo. Que Eiden está en todas las cosas buenas y bonitas que tiene la vida.

Si puedes, por favor dona. Solo tienes que preguntar si hay un Banco de Leche en el hospital y a partir de ahí, ya te informan. AYUDA A SALVAR VIDAS

¿Por qué dejé una bolsa de leche en mi congelador?

Descubrí de casualidad que se pueden hacer colgantes de leche materna...

Y este, que veis en la foto, es el mío ,nuestra unión...Me hizo mucha ilusión...poder crearlo...hacerlo existir y que perdure en el tiempo, es una sensación preciosa..y es tan bonito...Lo miro,lo pongo, lo beso. Mi hijo y yo envueltos en un amor eterno...

Mi dulce niño hoy cumples 6 meses y los haces entre estrellas y nubes de algodón.

Te amamos, te sentimos, te extrañamos pequeño.

Tu mamá,tu papá y tu hermana.

Siempre tuyos, Eiden.